domingo, 13 de marzo de 2011

CARACTERÍSTICAS DE LA INTERVENCIÓN CLÍNICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

El estudio de los problemas de conducta del niño y el adolescente es relativamente reciente, ya que antes del siglo XX, las concepciones que se utilizaban para explicar sus problemas de comportamiento y trastornos de la conducta eran los mismos que con los adultos. No existía una psicología infantil.

La intervención terapéutica con niños y adolescentes tiene características específicas:

- Tiene por objeto la conducta del niño/adolescente y las variables que lo controlan en el momento presente.

- Se fundamenta en los principios teóricos y hallazgos empíricos de la psicología científica, especialmente de la psicología del aprendizaje.

- Supone que la mayor parte de la conducta se adquiere, mantiene y modifica por los mismos principios, tanto si es adecuada como si no lo es.

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Se deben considerar múltiples factores en la intervención terapéutica: quién solicita la intervención, el terapeuta debe considerar realmente si la conducta considerada problemática por los adultos, lo es en realidad, ya que pudiera ser una simple etapa del desarrollo. La evaluación debe considerar la conducta manifiesta y la encubierta.

Se debe enfatizar la conducta manifiesta, no restringir ni limitar, ya que las respuestas manifiestas se acompañan de experiencias subjetivas, de respuestas psicofisiológicas y procesos de pensamiento más o menos elaborados, según el nivel en el desarrollo cognitivo.

En las intervenciones terapéuticas debe existir colaboración de los adultos y los compañeros, ya que ellos suelen tener control sobre elementos significativos para los niños y pueden ayudar a generar cambios en las conductas de sus hijos.

Se busca lograr la mayor adaptación y autonomía del niño en su entorno, respetando sus derechos, el terapeuta nunca debe intervenir en contra de la ética y/o los intereses del niño y este es un asunto bastante complejo.

Los niños tienen el derecho de recibir tratamientos eficaces que resulten lo menos intrusivos.

La selección de estrategias de intervención está influida por el conjunto de variables que deben ser consideradas o controladas a la hora de evaluar y tratar un problema de conducta.

Mash y Terdal proponen seguir una secuencia: determinar el objetivo de la evaluación, concretar la naturaleza del problema, especificar las características concretas del paciente y de su familia (nivel socioeconómico, cultural, relaciones familiares), concretar el contexto en el que se va a llevar a cabo la intervención terapéutica y delimitar el tratamiento que se va a aplicar.

Seleccionadas las estrategias de evaluación y tratamiento que determinan la intervención terapéutica, se procede a aplicarla.


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